Paseo por el Claro (Damon S.)

La miré y sonreí. -Entonces, ¿Puedo volver a morderte?- añadí riendo. -Sí, les va a ser muy difícil.- dije con ironía.

-En el sentido que tú me digas.- dije acercando mi rostro un poco más al suyo y sin quitar la mano, que al parecer, no le molestaba en su fina cara.

Reí y acerqué de nuevo mi rostro un poco más al suyo quedando a escasos centímetros. -Creo que me arriesgaré si lo aceptas o no.- añadí con una sonrisa pícara observando la belleza de la extraña mujer. Pero ésta vez no bajé hacia su cuello sino que junté sus labios con los míos.

esperé alguna respuesta negativa, por éso mi asombro fue mayor al sentir que ella seguía el beso. Debo decir que nunca había besado a ninguna desconocida, pero en éste caso era diferente, especial. Posé mi otra suavemente sobre su rostro aumentando paulatinamente la velocidad e intensidad del beso. Luego, me separé unos centímetros.
-Debo admitir que me sorprendes preciosa.- dije mirándola a los ojos y sonriendo.

Reí. [color=red]-Todo depende de como se mire.-dije sonriendo. [color=red]-Si todas las veces que me sorprendas va a ser así, ten por seguro que será bueno.- dije riendo.

-Y, ¿porque no lo haces ahora?- pregunté con un brazo sobre el árbol y pegado a su rostro.

Sentí sus labios sobre los míos y los besé mientras mi mano rozaba su perfecta y pétrea piel. No me sentía incómodo, y éso, era extraño.

Seguí besándola mientras que mis brazos se acondicionaban a su cintura.
Separé nuestros labios apoyando mi frente sobre la suya.
-Me gusta tu forma de sorprender- reí.

-Pues entonces es todo un honor.- dije mirando sus magníficos ojos. -Y aún más si la chica es tan bella como tú.- dije quitando un mechón de pelo de su cara.

-No dices nada que ya no sepa.- dije haciéndome el arrogante a propósito. -Pero es bonito oírlo de alguien quien roza la perfección.- hundí mi rostro en su pelo y aspiré su dulce aroma.

Negué con la cabeza. -No soy arrogante, acepto demasiado bien las críticas constructivas.- sonreí.